lunes, 10 de febrero de 2014

Como si fuera nuestro último día en la Tierra.

Por esas terribles circunstancias de la vida tienen que separarse.
Ellos saben que está mal lo que hacen, que no deben,
y eso les hace caer más en la tentación.

Pero a pesar de todo...
siguen cometiendo el mismo ''error''.
El que les llevó a disfrutar de la oscuridad latente
entre dos caminos que se cruzaban en aquella apartada carretera.

''Como si fuera nuestro último día en la Tierra'' dijo Él,
y clavó con saña su fogosa y desnuda mirada en los ojos de Ella
que cayó rendida ante sus penetrantes ojos pardos.
Bastan solo dos miradas para saber lo que anhela el uno del otro.
Se complementan. Lástima que no se conocieran a tiempo.

Él tenía la culpa de todo, Ella tenía la culpa de nada.
Pero ambos, sabedores de la locura que estaban obrando,
impulsados por la lujuria quisieron olvidarse de esa traba
que les impediría seguir con su bendita imprudencia.
Y del vedado juego pasaron al codiciado riesgo.

Él rodeó con sus brazos su eterna cintura, 
la aferró como si su vida dependiera de su tenue balanceo.
Y Ella se agarró a los oscuros cabellos de Él
dejándose llevar por las caricias que éste la regalaba,
mientras Él lentamente la acercaba más y más contra su pecho.

Con arriesgada delicadeza la sienta en sus rodillas y la besa.
Él repara en que sus travesuras alimentan ese deseo,
que se deja ver acompañado por el temblor
que recorre las piernas de Ella,
cuando lentamente se van abriendo
para volver a dejar que Él pase.

Y se amaron, se amaron con mucha ternura y pasión,
Y es que tanta ternura y pasión hacen que las almas se confundan.
Mientras, eufóricos dejaron que sus almas se escaparan juntas.
Y la Noche se encargó de justificar su encuentro.

Pero el contratiempo de estos amores lascivos
es que acaban todos caducando.
Él la utiliza como una muñeca de trapo y Ella lo sabe.
Es igual, piensa Ella, dócil y tierna muchacha,
pero en el fondo sabe que el Dolor, más bien temprano que tarde,
le hará una visita un tanto fastidiosa.

Mientras tanto... ellos siguen errando.